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03.02.2008 21:05

Ni la lluvia consigue pararlos (2-0)

Jaume Monés

Ni el aguacero, ni el rival, ni las lesiones. Los números del equipo de Guardiola son cada vez más estratosféricos en su terreno de juego: de trece duelos, doce victorias.

Merecido triunfo del Barça B en un partido posiblemente menos brillante que en anteriores ocasiones, pero que sirvió para mostrar detalles de madurez en el juego que pueden ser muy importantes en un futuro no demasiado lejano. Gran trabajo defensivo de los azulgranas, buena actitud y sentido de la anticipación fueron la tónica en un partido que costó encarrilar.

Fuerte presión del rival

El técnico mataronés, Jaume Creixell, planteó el duelo con la intención que sus jugadores rompiesen el ritmo de los azulgrana a base de una fuerte presión y de faltas. Ello provocó que el primer tiempo no fuera demasiado brillante, a pesar del nítido dominio local. Pese a ello, el Mataró se acercó en un par de oportunidades. En el minuto 3, un centro de Javi era rematado por Marc Esteban con la cabeza y Oier tenía que desviar el balón a córner cuando este estaba a punto de entrar cerca del travesaño. Los visitantes volverían a intentarlo con un chut de Navarro desde fuera del área a los seis minutos, bien parado por parte de Oier.

Intensidad y anticipación de los locales

Con el paso de los minutos comenzaron a llegar las jugadas de ataque de los barcelonistas. Con uno excelente sentido de la anticipación, los de Pep Guardiola recuperaban numerosas pelotas de ataque y, poco a poco, comenzaban a poner cerco en la portería de Imanol Castilla –ex del juvenil azulgrana-. Lo intentaría Víctor Sánchez en el minuto 10, y cuando se llegaba al cuarto de hora se anularía de manera dudosa un gol a Guerra. No terminaría aquí el dominio local, que seguiría con un chut desde fuera del área a cargo de Víctor Sánchez a los 19 minutos, y otro de Pedrito a la media hora, que salvaba Imanol.

El gol más vertical

Había que marcar para romper el repliegue de filas del conjunto del Maresme. Y el gol nacería de uno de los cinco córners favorables al Mataró. Oier recogía el balón y servía en largo hacia Guerra, que llegaba al medio del campo, superaba un marcador y servía un balón de oro a Jeffren, que arrancaba en solitario y superaba por el palo corto dentro el área la media salida de Imanol, logrando el 1-0. En tan solo tres pases, el Barça B fabricaba un gol desde su propia portería, y rompía la resistencia de un duro y a la vez ordenado Mataró.

Superioridad en la reanudación

Pero no cambió la dinámica del duelo en la reanudación. El gol local no pareció alterar demasiado los planes del conjunto gualdinegro, que no encontraba la fórmula màgica para acercarse a la portería de Oier con peligro. Por contra, los locales seguían intentándolo a pesar de que el terreno de juego estaba muy blando debido al aguacero caído en la media parte. Fruto del dominio llegarían lanzamientos desde fuera del área de Xavi Torres (minuto 2), y de Víctor Sánchez (a los 9). La incorporación de Víctor Vázquez sobre el campo permitiría que éste crease un par de buenas oportunidades, paradas por el portero visitante.

Guerra vuelve a cerrar el partido

De igual manera que quince días atrá ante el Manresa, el pichichi azulgrana Guerra llevó la tranquilidad a la grada del Miniestadi. Y es que los locales dominaban, pero no sentenciaban a pesar de que el partido se acercaba a la recta final. Cuando se llevaban 36 minutos, una preciso centro de Espasandín desde la izquierda lo remataba en plancha Guerra con la cabeza, cruzando el balón y haciendo así el 2-0. La mala noticia llegaría en forma de lesión: al caer, Guerra se quejaba de dolores en la espalda y tenía que abandonar el campo. Agotados los tres cambios poco antes, los barcelonistas tuvieron que jugar los últimos diez minutos en inferioridad numérica, a pesar de que la inocencia del rival en ataque hizo que en ningún momento peligrase el resultado.

Debuta Chico

Uno de los centros de atención del partido fue el estreno del nuevo fichaje del equipo barcelonista: José Manuel Flores, conocido futbolísticamente como Chico. El defensa gaditano, que llegaba procedente del Racing Portuense de la Segunda B, salió de titular y jugó los 90 minutos en la demarcación de central derecho, haciendo pareja con Marc Valiente, y contribuyendo en el excelente trabajo defensivo del once barcelonista.