El Barça B se estrenó en la Segunda División con una victoria de prestigio en Balaídos. Y después del primer triunfo, le siguieron 7 más en las 11 primeras jornadas de la competición. El equipo de Luis Enrique se había situado en los primeros puestos de la clasificación y nunca más dejaría las posiciones de privilegio. Los de Luis Enrique han firmado una temporada brillante, de matrícula. Han terminado terceros con 71 puntos. Es el mejor filial de la historia del Barça. Por puntos y por juego. Y es que, una vez alcanzada matemáticamente la permanencia, el técnico asturiano supo motivar a sus futbolistas para lograr un reto magnífico.

Por la puerta grande

11 años después el Barça B ha vuelto por la puerta grande a la Segunda División. En el Miniestadi se han mostrado muy sólidos. Han sumado 40 de los 63 puntos posibles con un fútbol admirable. Y lejos de casa se han convertido en el tercer mejor equipo después de Rayo Vallecano y Celta de Vigo con 31 de los 63 puntos posibles.

Una máquina de hacer goles

Juegan igual que el primer equipo. Siguen el mismo patrón y demuestran que en una categoría tan dura como la Segunda División, el fútbol de ataque y de combinación también tiene cabida. El Barça B ha marcado 85 goles, los mismos que el Betis. Y en 14 partidos ha marcado 3 o más goles. Jonathan Soriano ha terminado como máximo goleador de la competición y del equipo con 32 goles. Nolito le ha seguido con 13 goles.

Gestión de grupo impecable

Luis Enrique se ha sobrepuesto a las lesiones de futbolistas como Oriol Romeu, que estuvo cinco meses de baja. Ha sabido superar la ausencia de jugadores clave como Thiago o Andreu Fontàs, que han ido convocados a menudo con el primer equipo y, además, ha hecho debutar juveniles como Sergi Gómez, Ivan Balliu, Albert Dalmau, Rafa Alcántara, Gerard Deulofeu o Javier Espinosa, que tienen un futuro prometedor. Y sin bajar nunca la competitividad del grupo.