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15.10.2008 11:18

La alianza con Unicef se amplía a Malaui y Angola

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Los países de Malaui y Angola se suman a Swazilandia como beneficiarios de los proyectos emprendidos conjuntamente entre la Fundación FC Barcelona y Unicef. Por lo tanto, el trabajo solidario del Barça amplía su implantación geográfica.

El acuerdo pionero firmado en septiembre del 2006 amplía sus miras incluyendo dos nuevos países: Malaui y Angola. Una decisión que refuerza el ‘Més que un club al món' y que amplía el radio de acción de esta fructífero acuerdo.

El proyecto de Malaui tendrá un cariz asistencial y trabajará en el apoyo a los niños huérfanos a causa, principalmente, de los efectos del sida. Se les ofrecerá apoyo en temas de educación, asistencia sanitaria y ayuda psicosocial. En Angola se utilizará el deporte como instrumento de sensibilización. A pesar de que es un país con baja prevalencia del sida, se potenciará el deporte como herramienta para poder sensibilizar a los jóvenes hacia esta enfermedad para que esta prevalencia no corra el riesgo de aumentar.

Fruto de la incorporación de estos dos nuevos países africanos como beneficiarios, a partir de ahora las acciones en Swazilandia cambiarán de estrategia. Después de trabajar con los niños huérfanos de las zonas rurales, el trabajo conjunto se centrará en la prevención de la transmisión del sida madre-hijo y el tratamiento pediátrico.

Objetivos conseguidos en Swazilandia hasta ahora

El trabajo llevado a cabo en Swazilandia durante más de un año y medio ha sido intenso y muy provechoso, tal y como ya pudo constatar in situ una delegación del FC Barcelona que se desplazó al país africano en diciembre del 2007. Desde que se inició el trabajo en Swazilandia se han conseguido los resultados siguientes:

• Se han instalado en los hospitales de la zona aparatos médicos que permiten diagnosticar el sida en los menores de 18 meses y favorecen la administración del tratamiento.

• Se han construido 23 nuevos Centros de Apoyo Comunitario, que dan ayuda integral a más de 1.000 niños vulnerables, especialmente a los huérfanos de las zonas rurales. Los centros ofrecen ayuda nutricional, médica y psicosocial. Para cuidar a los jóvenes huérfanos y supervisar los centros se ha formado a casi 900 cuidadores, los llamados ‘caregivers'.

• Se han construido letrinas y 17 nuevos pozos de agua en diversas escuelas que permiten el acceso al agua potable. Así, se evita que los jóvenes beban agua insalubre de los embalses, que a menudo comparten con los animales.

• Se han ampliado los recursos en diversas clínicas rurales y se ha fomentado la sensibilización hacia el sida para que todos los integrantes de las comunidades conozcan los efectos devastadores y se acerquen a los centros de salud para hacerse pruebas y seguimientos.

• Se ha dinamizado el registro de niños para contabilizar mejor a los recién nacidos. Se trata de un sistema que, a pesar de que ya existía, no estaba estandarizado. 12.000 nuevos niños de 120 comunidades ya están registrados.

• Se ha puesto en marcha en 100 escuelas del país un programa que utiliza el deporte como herramienta educativa. Eso permite a los jóvenes integrarse mejor en su comunidad y aprender las habilidades necesarias para la vida, como saber respetar sus derechos.