18 pérdidas de balón para un equipo acostumbrado a conservarlo es excesivo. Que un rival anote 81 puntos también es poco habitual y que un jugador como Txemi Urtasun se convierta en el Navarro del partido, también. Sin embargo, todo el mérito para el Cajasol que, pese a arrancar con un 0-8 en contra, ha sabido reconducir la situación y ganar con solvencia los azulgranas.

De más a menos

El Municipal de San Pablo ha presentado las mejores galas para recibir al campeón de la Liga. Tras la exhibición contra el Meridiano Alicante, los de Joan Plaza se han convencido de sus posibilidades. Así, a pesar de un inicio con 0-8, los sevillanos han ido remando acompasadamente, superando los picos que dejaba Navarro y Chuck Eidson para llegar al final del primer cuarto con un 22-25.

El juego cajista ha sido prometedor. No tanto el azulgrana. 11 pérdidas de balón antes del descanso ha sido un bagaje hiriente. Además, en ataque el equipo azulgrana se ha atascado. Urtasun ha vestido de Navarro y ha hinchado su cuenta particular poco a poco.

En la reanudación, Txemi Urtasun ya hablaba con dobles dígitos. Y el Barça Regal continuaba el goteo de imprecisiones.

Conato de remontada

A pesar del despropósito en las intenciones visitantes, la sensación no era de dejadez. Al contrario. Con una diferencia en contra de 14 puntos (60-46) ha arrancado el cuarto periodo.

Navarro y CJ Wallace le han reducido tímidamente desde el 6.75. También se ha añadido un más que notable Chuck Eidson (el único azulgrana que ha superado los 10 puntos, 19 en su cuenta particular) y un muy activo Xavi Rabaseda.

La reacción aún era posible. Pero Plaza es un gran estratega. Y el técnico catalán ha sabido inculcar paciencia a sus hombres. Al contrario de un Barça demasiado precipitado, pero que se ha acercado hasta los cinco puntos a 32 segundos de la conclusión (76-71).

El juego de los tiros libres ha sido bien gestionado por los andaluces, que han asegurado el triunfo en su casa.