Ha sido un choque de titanes. Un partido entre dos grandes de la Liga. Un enfrentamiento intenso, que ha tenido emoción, buen juego y también errores. Desgraciadamente el Regal Barça no ha podido encestar las canastas definitivas, pero ha contado con estas opciones al final, en la prórroga, que también se han de buscar.

La derrota empata a azulgranas y madridistas con el mismo balance de 23 victorias y seis derrotas, pero el diferencial de 20 puntos con que acabó el partido en el Palau (95-75) aún es válido para que los de Pascual sean los líderes del ACB.

Nervios a flor de piel

El Madrid, porque ha querido demostrar que su trayectoria en ascenso tiene continuidad, y el Regal Barça, porque ha buscado romper rápidamente con la dinámica del pasado más reciente, no han estado muy brillantes durante la primera parte.

El partido ha empezado a trompicones. Los blancos han sido los primeros en tenerlo de cara, básicamente gracias a los errores de los visitantes. Tras un triple de Carlos Suárez ha habido un encontronazo entre el alero madridista y Alan Anderson. Para evitar males mayores, Pascual ha hecho un triple cambio a los cuatro minutos de juego. Ingles, Anderson y Perovic han dado el relevo a Lakovic, Grimau y Vázquez y el encuentro ha girado 180º. El Barça ha clavado un parcial de 0-11 con que se ha empatado a 15, tras un triple de Grimau, especialmente inspirado y gran reactivador del equipo.

Pero la reacción ha visto frenada por un par de errores, precipitaciones en ataque, sobre todo. El Madrid ha cubierto los primeros 10 minutos con un 22-19 a favor.

El segundo parcial ha seguido el mismo guión. Tomic, Mirotic y Velickovic han arrancado fuertes bajo el tablero. El parcial de 7-0 blanco lo ha anulado Lakovic con un 0-5. El tira y afloja ha llegado al descanso, con una tímida ventaja local (34-29).

Ingles hace saltar la chispa

Los azulgranas han retomado el partido con bastante actividad. Conducidos por el capitán, Roger Grimau, el Regal Barça ha presionado a un Madrid que siempre ha contado con un pequeño punto de apoyo. Y éste ha sido básicamente en la línea de personales. Los visitantes se han quedado estancados en el punto 39 mientras que el Madrid, a base de tiros libres, ha abierto una pequeña brecha de siete puntos (46-39). Nada definitivo, ni mucho menos.

Con constancia en defensa y la cabeza fría, Joe Ingles ha tomado la responsabilidad ofensiva. El alero australiano ha estado acertado. Tres triples bien tirados durante el último período han dado la vuelta al marcador y han puesto el corazón en un puño del Real Madrid, que no las tenía todas.

El guante se ha tirado al suelo y lo recogido el Real Madrid que con una penetración de Prigioni, en una acción de falta de entendimiento defensiva, y dos canastas de Tomic, han llevado el partido a la prórroga. Fran Vázquez ha tenido el tiro para dar el triunfo antes de terminar los 40 minutos pero no ha entrado.

¡Hacia la prórroga!

En el tiempo añadido ha aparecido la figura de Alan Anderson, que ha recuperado la tranquilidad que tanto ha necesitado el equipo. Cinco puntos consecutivos del estadounidense han dado aire al Barça y un marcador favorable hasta el último minutos de la prórroga.

Los errores, alguna acción discutida pero que ha acabado con balón hacia la banda local (como una penetración de Ingles en que los árbitros no han visto falta), han condicionado el final. Suárez y Prigioni han ratificado el triunfo desde el tiro libre.