Está atravesando uno de los peores momentos que le puede tocar vivir a un deportista. Cuando ya veía a la vuelta de la esquina su retorno a las pistas, Basile recayó de su lesión en el pie. El italiano ayer recibió un empuje moral en su recuperación. En un gesto emocionante y espontáneo, Roger Grimau y Juan Carlos decidieron que fuera su compañero quien levantara el título ganado en el Palacio de los Deportes.

"Ha sido un gesto muy fuerte. Estoy muy tocado después de la lesión y eso me ha dado ganas. Ganas de trabajar y ganas de volver pronto. Este es un gran equipo con grandes hombres", explicó visiblemente emocionado un Basile que reconoció que" fuera de las pistas se sufre muchísimo ".

Una decisión de los capitanes

En plena celebración, Navarro y Grimau explicaron que el gesto había sido bastante espontáneo. El de Sant Feliu señaló que Baso "se lo merece, es un gran compañero que tiene siempre consejos para los demás; ha trabajado muchísimo y es una lástima que no haya podido estar en la final". Navarro también tuvo un recuerdo para Pete Mickeal, el otro gran ausente de la cita.

Por su parte, Grimau explicó: "Sabemos que lo está pasando mal y si este gesto ha servido para que se anime, aunque sea durante cinco minutos, mejor que mejor".