El equipo dirigido por Ferran Pujalte, tras una primera mitad muy igualada y con muchas ocasiones para ambos conjuntos, se adelantaba en el marcador mediante un gol de Adroher cuando faltaban cuatro minutos para el descanso. En la reanudación, de claro color azulgrana, los de Ferran Pujalte han sentenciado su victoria.

Es un triunfo de prestigio, de los que refuerzan a un equipo que sigue haciendo camino, que sigue encontrándose a sí mismo, que sigue la trayectoria casi impecable de los últimos meses. Y que sigue creyendo en la Liga. Este Barça Sorli Discau es capaz de todo y así lo ha demostrado en uno de los escenarios más complicados de la competición.

Buena gestión del juego

El Vic se ha acostumbrado a complicar la vida a los azulgranas y esta vez soñaba en volver a cruzarse en el camino azulgrana. De hecho, al Barça Sorli Discau le ha costado arrancar el partido. Con un buen posicionamiento sobre la pista, los ataques ordenados del equipo de Osona encontrarán la posibilidad de coger a contrapié. Pero a medida que corría el reloj, los azulgranas han sabido readaptarse al juego. Así, en una jugada iniciada por el lateral Jordi Adroher ha estado atento para coger el rebote del disparo y superar a Ernest Freixes.

Con el 0-1 ha terminado el primer tiempo, con mejores sensaciones de la diferencia que ofrecía el marcador.

Rompen el partido

Y en la reanudación el positivismo ha continuado. El segundo gol visitante también ha contado con Adro de protagonista, que ha intervenido en una jugada que acabó con el disparo de Mia Ordeig.

Con este cojín, sobre todo de tranquilidad y confianza en un hockey cada vez más sólido, los de Pujalte se han encontrado con un penalti en contra que Lucas Ordóñez no ha fallado. 

A pesar del acortamiento del marcador, el Barça había trabajado muy bien para mantener un ritmo intenso y al que ya ha sucumbido al Vic. Sobre todo porque un minuto después Reinaldo García ha clavado el 1-3 de directa, haciendo buena la décima falta acumulada por los de Vic.

A partir de este momento, el Roncato ha visto obligado a abrirse un poco más y a replantear su partido. Y el posicionamiento ha favorecido aún más el ataque y el gol azulgrana. Beto Borregán, maestro en el arte del contragolpe, ha abierto su libro y ha culminado uno, el del 1-4.

En los últimos dos minutos de partido, Ordeig, con una buena jugada individual, y Reinaldo García, validando una acción fijada por Panadero, han hecho valer el talento global para completar la goleada.