Después de una previa de partido muy emotiva, con el homenaje que el Club y la afición han rendido a Iker Romero, el partido no ha tenido más historia que la que ha querido escribir el Barça Borges. El ya campeón se acabó paseando ante un voluntarioso Antequera, que, sin embargo, ha aprovechado la relajación inicial de los azulgranas para plantar cara hasta donde las fuerzas se lo han permitido.

La emotividad de la jornada y el hecho de tener la cabeza en Colonia, donde la próxima semana intentará ganar la Champions, han pesado a un Barça Borges al que le ha costado arrancar. Dos goles rapidísimos de Noddesbo abrieron la lata y hacían intuir un paseo militar, pero el Antequera, muy enchufado en el partido, ha empezado a tener voz y voto en la fiesta.

Primera parte ajustada

Los ataques se imponían claramente a las defensas y sólo Saric evitaba que los goles fueran más repartidos (5-2), si bien la aparición del portero visitante Yeray ha permitido una pequeña reacción malagueña (7-6). El conjunto de Antonio Carlos Ortega, finalmente, ha empatado aprovechando un bajón de tensión azulgrana en el eje de la defensa, y ha acabado poniéndose por delante por primera vez con un penalti transformado por Baena (9-10) .

Stefanovic imponía su altura para hacer daño desde la primera línea y Yeray seguía exhibiendo reflejos. Las cosas no acababan de gustar a Xavi Pascual, que ha pedido más intensidad a sus hombres en el tiempo muerto. La reacción no se hizo esperar y, tras un buen puñado de minutos de dominio visitante en el marcador, la situación ha vuelto a la normalidad. La buena definición de los extremos azulgrana, sobre todo por parte de un siempre hambriento Juanín, han arreglado la situación y al descanso se ha llegado con dos goles de ventaja: 17-15. Una sola exclusión en estos 30 primeros minutos demuestran cómo se había desarrollado el duelo hasta entonces.

El segundo tiempo ha mantenido el guión. Ninguno de los dos equipos se jugaba nada y tampoco era necesario forzar a riesgo de perder algún jugador lesionado. Ambos conjuntos han ofrecido un segundo tiempo abierto, con goles en ambas porterías, aunque en el intercambio de golpes el gran beneficiado vestía de color azulgrana. Progresivamente los de Pascual han abierto diferencias, a pesar de los esfuerzos anotadores del cañonero Chelu Cid. La diferencia se ha estabilizado en los cinco goles (23-18 y 25-20), momento a partir del cual Xavi Pascual ha dado descanso a piezas claves pensando en el reto mayúsculo de la Final a Cuatro.

Un tirón final del ya campeón de Liga ha dejado clara la sideral distancia que separa a los dos equipos. El Barça Borges, con un Ugalde que ha acabado siendo el máximo goleador, ha acabado superando los diez goles de diferencia y la fiesta en el Palau ha sido completa.