La última jornada de Liga Asobal enfrenta al Barça Borges con el Antequera el sábado a las 18.30 h en el Palau Blaugrana. Este será el último partido de Iker Romero en la que ha sido su casa durante ocho años. El jugador vitoriano, pura pasión sobre la pista, está viviendo un cúmulo de sensaciones en las que se mezclan la alegría del título de Liga, la ilusión de la Final 4 y la tristeza de dejar el club de su vida. Iker se prepara para vivirlo todo y nos lo explica en una entrevista a Barça TV y la web del Club.

El sábado es su último partido en el Palau. ¿Qué sensaciones previas tiene?

"Duras, difíciles. Será el partido más difícil para mí, más difícil que cualquier final de las que he jugado. Creo que serán sensaciones parecidas al primer partido que jugué aquí en el Palau. Espero que llegue ese día y despedirme tan feliz como sea posible del Palau."

¿Qué echará de menos cuando se vaya?

"Todo. Yo he estado más en Barcelona y en el Palau que en Vitoria, que es mi casa. Hace ocho años que estoy aquí, casi un tercio de mi vida la he pasado en esta ciudad y en esta pista. Hace ocho años que me entreno y juego aquí todos los partidos. Aquí he perdido sudor, sangre y trozos de hueso y he ganado todas las alegrías que hemos tenido en las tardes buenas vividas aquí en el Palau. Lo echaré de menos todo. Sé que el sábado será un día duro para mí. Feliz, porque sé que quiere venir gente que me quiere decir adiós. Poder despedirme del Palau como lo haré, por la puerta grande y con todo el cariño del mundo, es uno de los mejores despedidas que podía esperar."

En Logroño ya vivió un avance de lo que le puede esperar en el Palau. Sus compañeros lo mantearon y celebraron el título. ¿Cómo vivió aquel día?

"También fue difícil. Cuando quedaba un minuto y vi que ya ganábamos la Liga, todo el mundo se desbordó. Cuando terminó el partido ya me di cuenta de que ha terminado un ciclo para mí y que se está acabando mi tiempo aquí. Sientes felicidad por la Liga y por el reto de la Final a Cuatro, pero son momentos difíciles."

El domingo, cuando salieron al césped del Camp Nou con el equipo para ofrecer el título de Liga a la afición, el público le ovacionó espontáneamente. ¿Cómo fue ese momento?

"Se me puso la piel de gallina. Todo el cariño que me dan los culés, por la calle, aquí en el Palau y el Camp Nou es muy especial. Todas las palabras de agradecimiento que les pueda decir son pocas. No puedo expresar con palabras todo lo que les debo y como me han tratado estos ocho años."

También se despide de la Liga Asobal, donde ha desarrollado toda su vida profesional.

"Está claro que se me ha acabado un ciclo. Tengo que reconocer que cuando supe que no me renovaban aquí, la opción que tenía clara era no continuar en otro equipo Asobal, que me iba a la Bundesliga. Ahora mismo es la Liga más potente del mundo. Tampoco quería jugar en otro club donde hubiera jugado ya. No pudiendo ser en el club de mi vida, no iba a enfrentarme al Barça."

En sus ocho años en el Barça, hasta ahora tenía una Liga Asobal y una Liga de Campeones. Este año puede doblar ambos títulos. ¿Es quizás la mejor temporada del equipo desde que está en aquí?

"Me gusta sacar siempre las cosas positivas, y dentro de la tristeza de mi despedida, me voy ganando la Liga después de cinco años, que lo necesitábamos, y estando en la Final a Cuatro, que nunca se sabe. Con la Liga tengo más que suficiente, pero si ganamos la Champions, sería uno de los mejores despedidas."

En la Final a Cuatro de Colonia tendrá un buen aperitivo de lo que le espera en su futuro en la Bundesliga. ¿Cómo va asimilando su nueva etapa en Alemania?

"No lo he asimilado. Ahora estoy sólo pensando en el Barça y me costará asimilarlo. Cuando acabamos la Final a Cuatro y empezamos las vacaciones, que tengo tres semanas sólo porque la pretemporada allí comienza antes, creo que en julio empezaré a asimilar que he dejado el Barça y que estoy en otro club."