Menos de 450 kilómetros separan las ciudades alemanas de Kiel y Colonia, y 60 minutos separan al Barça Borges de la Final a Cuatro de la Liga de Campeones. Muy cerca, pero todavía muy lejos. El reto del conjunto de Xavi Pascual es mayúsculo: hay que dejar fuera al campeón si se quiere repetir presencia en la fase final de la Champions.

Los dos goles de margen que consiguieron los azulgranas en el partido de ida ( 27-25 ) son una pequeña ventaja que compensa el hecho de que tengan que jugar el todo por el todo lejos del Palau. "Es una eliminatoria al 50 por ciento; tenemos una pequeña ventaja, pero es como si se decidiera todo a un solo partido", decía ayer Pascual ante los periodistas . Esta tarde, todo el camino hecho hasta ahora se pone en juego. El todo o nada.

Cómo llega el Barça Borges

Con la confianza que la clasificación es posible y sin miedo a nada. Así llega un Barça Borges convencido de sus posibilidades, de asaltar una vez más, como ya ha hecho en las dos últimas visitas, el Sparkassen Arena, la catedral del balonmano europeo, un escenario majestuoso donde el THW Kiel intentará remontar los dos goles de diferencia.

La expedición azulgrana cuenta con toda la plantilla a disposición de un Xavi Pascual que, como sus hombres, cree en la victoria siempre que "el equipo esté concentrado y haga el trabajo". En caso contrario, según el técnico, "tocará sufrir".

El rival

Y es que delante, una vez más, estará el todopoderoso THW Kiel de Alfred Gislasson, un equipo de potencial enorme y sobradamente conocido para el que reeditar la Champions conseguida el año pasado se ha convertido en una tabla de salvación después de prácticamente decir adiós a la Bundesliga. Los germanos tienen el factor cancha a favor y jugadores determinantes como el portero Omeyer, Jicha, Narcisse o Ahlm, pero los pequeños detalles serán los que marcarán la diferencia.