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27.05.2010 13:05

El Barça Borges ya está en Colonia

Gustau Galvache

El balonmano azulgrana ya ha llegado a Colonia, ciudad sede de la Final a Cuatro de la Champions de balonmano, después de tres días en la vecina ciudad de Bonn donde ha realizado un stage preparatorio de la cita de este fin de semana.

Los hombres entrenados por Xavier Pascual han llegado a Colonia a las 11.30 h de la mañana en autocar. Atrás quedan tres días en Bonn donde el equipo ha podido trabajar con tranquilidad y preparar la semifinal del sábado ante el Chehovskie ruso.

Cambio de hábitos

Uno de los objetivos de los técnicos del FC Barcelona Borges, avanzando la salida del equipo el pasado lunes, era habituar a los jugadores a un horario de juego poco usual como es el del sábado. Los azulgranas jugarán la primera semifinal de final a cuatro a las 15:30 h lo que supone un cambio de rutina.

Este cambio de rutina se ejemplifica en los horarios de las comidas. Por la mañana en Bonn los jugadores han tomado café, té y alguna pasta y han salido hacia Colonia. Tiempo justo de dejar las bolsas en habitación y a les 11.45 h los miembros de la expedición azulgrana volvían a sentarse a la mesa para hacer lo que se llama un 'brunch'.

'Brunch', para empezar

Un 'brunch' es una combinación entre desayuno y comida. Este término inglés se utiliza para designar las comidas que se realizan a media mañana y que son combinaciones de las dos comidas.

Jugar a las 15.30 h. ha supuesto que los barcelonistas tengan que hacer este tipo de comida, ya que la adaptación al horario de juego supone comer en horas poco habituales.

"No es un problema para nosotros" explicaba el extremo azulgrana Juanín García. Para el de León "es algo más que preparar una final a cuatro y lo aceptamos así, comemos a gusto y así llegamos bien a la hora del entrenamiento".

Entrenamiento y merienda para continuar

Otro hecho que ayuda a la adaptación al horario de juego es el horario de entrenamiento. El FC Barcelona Borges se está entrenando estos días en Alemania a las 15 h para habituar a los jugadores al horario de juego del sábado.

Una vez los jugadores vuelvan del entrenamiento, les espera una merienda en el hotel de concentración. Esta vez será hacia las cinco y media, en un horario no tan fuera de lo común.

A la hora de cenar el horario se ajusta más a la rutina del equipo y volverán a sentarse a la mesa a las ocho y media, hecho bastante usual en todos los desplazamientos europeos del FC Barcelona Borges.