Por undécima vez en los 55 años de vida de la Copa de Europa, actual Liga de Campeones, uno de los dos finalistas jugará en su país. En este caso será un conjunto inglés, el Manchester United, que se enfrentará en Londres contra el Barça. Aunque la estadística da como favorito al conjunto que juega en casa, hay casos en que no ha sido así.

El propio Barça lo sufrió

Uno de los días más tristes de la historia del FC Barcelona se escribió el 7 de mayo de 1986 en Sevilla. La afición culé era mayoría en el Ramón Sánchez Pizjuán y todos los barcelonistas pensaban que aquella vez la final se escaparía. Un empate a 0 tras la prórroga dio paso a una fatídica tanda de penaltis que dejó a los de Venables sin premio.

El Stade de Reims y la Roma también cayeron

La primera final se disputó en París en 1956. Los franceses del Stade de Reims lograron llegar hasta el último peldaño de la competición, pero se vieron superados por el Real Madrid (4-3). En la edición de 1984, la Roma no sólo jugaba en su país, Italia, sino que también lo hizo en su mismo estadio, el Olímpico de Roma. Entonces fue el Liverpool quien le tomó la orejuda al imponerse en los penaltis. El partido había terminado con empate a 1.

Siete equipos hicieron buena la coincidencia

En siete ocasiones sí que fueron los locales quienes celebraron el triunfo. Dos de estos, el Real Madrid en 1957 contra la Fiorentina (2-0) Inter de Milán en 1965 ante el Benfica (1-0), levantaron el título en su estadio. El resto: Manchester United, Ajax, Liverpool, Juventus y Borussia Dortmund se proclamaron campeones en su país, pero no en su ciudad.