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07.05.2009 13:29

Iniesta: un gol de videoteca

Vanessa Forns

El camino del Barça hacia la final de la Champions de Roma tiene, desde este miércoles, nombre y apellidos, el de Andrés Iniesta, que en el minuto 93 del partido en Stamford Bridge hizo latir más fuerte que nunca el corazón de la afición azulgrana.

El partido de vuelta de las semifinales de la máxima competición europea de este miércoles en Stamford Bridge ya se ha convertido, por su desenlace, en otra página de oro de la historia azulgrana. Y es que cuando parecía que todo estaba perdido –ya en tiempo de descuento, con los jugadores agotados, y con un jugador menos desde el minuto 65 por la expulsión de Abidal-, la lucha, la valentía y la persistencia de los de Guardiola a lo largo de la eliminatoria tuvo la mejor recompensa.

En el último suspiro

Corría el minuto 93 del encuentro cuando Iniesta recibía un balón que, de manera implícita, transportaba en su recorrido la última esperanza de los socios y aficionados de poder disfrutar de la final de la Liga de Campeones en Roma. Y el de Fuentealbilla no falló. Iniesta, con gol antológico en el último suspiro, devolvía la ciudad eterna a la mente del barcelonismo. La clasificación del FC Barcelona para la que será la sexta final europea de su historia era ya una realidad.

Primer disparo entre los tres palos

El gol del centrocampista azulgrana , por cómo se produjo, hizo enmudecer a Londres y, de manera paralela, llevaba la alegría desenfrenada a Barcelona. Y es que llegó fruto de la última acción ofensiva del conjunto dirigido por Josep Guardiola. Al mismo tiempo, se trataba del primer disparo del Barça entre los tres palos de la portería defendida por Cech a lo largo del partido en Stamford Bridge.

Así llegó el gol

La jugada del gol nació en las botas de Touré Yaya, que rápidamente asistió para Piqué y éste, al mismo tiempo, para Xavi. Desde el medio del campo, el ‘6' barcelonista hace un pase largo hacia la banda derecha buscando a Dani Alves, el cual no duda en centrar buscando un rematador. Pero Ferry despeja el balón con la cabeza y éste acaba llegando a Eto'o, que no consigue controlarlo del todo.

En su intento de sacar el peligro del área, Essien acaricia el balón y éste va a parar a los pies de Messi. El argentino no duda en hacer un pase horizontal para Iniesta, que desde la frontal bate a Cech con un disparo con la derecha que se coló por la escuadra.

Alegría desenfrenada

La celebración inmediata, con un Iniesta que se sacó la camiseta enloquecido por la felicidad y se vio rodeado por una auténtica piña de compañeros a su alrededor y con una banquillo de auténtica euforia desenfrenada, contrarrestaba con las caras de incredulidad de los jugadores del Chelsea. Sólo uno de los dos equipos podía pasar a la final, y el destino quiso que el Barça, el equipo que apuesta por el fútbol de ataque, fuese el escogido.