26.03.2007 08:30
El tramo final de la temporada, la dificultad de volver a ganar, la credibilidad del equipo, la validez del proyecto... Estos son algunos de los temas que el presidente Joan Laporta analiza en una entrevista a fcbarcelona.cat.
En la primera parte de la entrevista con Joan Laporta, el president reivindica la confianza en un equipo que se ha ganado la “credibilidad” y que, además, tiene “recorrido” para más temporadas. Sin embargo, reconoce la dificultad de ganar siempre, hecho que no le impide mantener “una aspiración legítima: la de seguir ganando”.
Este sábado el Barça entrará de lleno en el último tramo de la temporada. ¿Cuáles son los
objetivos del club en estos próximos meses?
"A nivel deportivo, y centrados en el primer equipo, conseguir el título de liga y la Copa
del Rey. Ganar estas dos competiciones sería un éxito. Más a corto plazo, se trata de aumentar,
partido a partido, la ventaja que tenemos sobre nuestros perseguidores. Esto sólo se puede
conseguir con una buena mentalización y con mucha motivación. Creo que llegamos con unas buenas
condiciones para encarar el esprint final".
Pep Guardiola ha puesto en circulación la idea de como es de difícil el
‘re-ganar’. Los últimos años el club ha apelado al reto ‘de la continuidad del
éxito’. ¿Por qué es tan difícil dar estabilidad a esta idea?
"Todo el mundo quiere ganar y sólo gana uno. Por eso es tan complicado y por esta razón tiene
tanto valor el hecho de ganar. En todo caso nosotros estamos en esta línea, en la de dar
continuidad a una situación de éxito que nos ha traído a ganar dos ligas consecutivas y una
Champions. Debemos seguir con esta ambición, con esta aspiración legítima: la de seguir ganando. A
pesar de la competencia, el Barça vuelve a vivir en la tensión positiva de quien siempre puede
ganar".
¿El barcelonismo tiene poca memoria?
"Cuando se gana se debe mirar hacia delante. En el Barça somos exigentes porque nos fijamos
la autoexigencia de querer ganar, pero cada vez mejor: jugando bien, jugando limpio, siendo los
mejores y siendo reconocidos como tales. Esta es una de las grandezas de la entidad. Seguramente es
lo que hace que esta institución tenga la fuerza social que tiene y que, además, sea en todo
momento una referencia a nivel deportivo: en los momentos de victoria y cuando no se logra".
¿Es arriesgado hacer la pedagogía preventiva de explicar que no siempre se puede ganar?
"Este elemento, el de la confianza, el de la credibilidad de un equipo ganador, también
juega. Hoy el Barça es un equipo que ha demostrado que puede seguir ganando y, por la importancia
de los hechos, es un equipo con credibilidad y recorrido. Además, los técnicos nos dicen que tienen
confianza absoluta en este grupo y, por coherencia, nosotros también la tenemos: una confianza
total en este grupo de jugadores y técnicos".
¿Es compatible esta alerta de la gran dificultad de
‘re-ganar’ con la declaración en verano que el objetivo es ganar todos los
títulos?
"A principio de temporada los objetivos deben ser lo más ambiciosos posibles. Las
aspiraciones siempre se han de expresar por elevación y con todo el respeto hacia los rivales.
Hemos dicho: ‘Intentaremos ganar todos los títulos en los que estamos compitiendo’.
Esta es una aspiración legítima y forma parte de la tensión positiva que define al Barça porque si
aspiras a ganar siete y ganas dos, está muy bien –y más si son dos de los títulos más
importantes. Es totalmente legítimo. Es lícito, y además entiendo que se debe hacer así para que
quede claro qué son las aspiraciones de la temporada".
Hablábamos del reto de la ‘continuidad del éxito’. El gestor económico, el que
se centra en los intereses más materiales, a la fuerza debe saber que no se puede ganar siempre.
Pero, ¿y el socio? ¿Al aficionado se le puede reclamar que también lo tenga claro?
"Los socios quieren ganar siempre, igual que nosotros, que somos los responsables del
gobierno del club. Lo que pasa es que cuando se pierde también saben qué esto es un deporte y que
tenemos la obligación de saber ganar y de saber perder. Más allá de la desilusión que puede probar
una derrota concreta, el socio hace otro análisis. Analizan cuál es la situación global y, hoy por
hoy, llegan a la conclusión que estamos en un buen momento y que, por lo tanto, debemos seguir
adelante".
¿Y cuando un resultado deportivo frena las expectativas de triunfo, el club como se
protege?
"Nuestro gran ‘airbag’ es este espíritu deportivo que nos obliga y nos empuja.
Cuando tienes un tropiezo te tienes que volver a levantar y seguir. No se debe dar nunca nada por
perdido y los sobresaltos se han de aprovechar para renovar las motivaciones colectivas. Es
fundamental estar motivados para conseguir cualquier objetivo porque nada funciona automáticamente.
El Barça es una entidad con alma, con sentimiento. Todo se vive con mucha emotividad, y con pasión.
Y esto se da en todos los estamentos del club. Estos tropiezos nos afectan y, además, los
lamentamos. Pero es momentáneo porque sabemos que el club tiene una dinámica propia, imparable, y
se debe continuar luchando".
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