Ha sido el regreso más esperado. Algunos lo han tildado como el mejor fichaje de la temporada, como afirmaba Boniface Ndong hace unos días. "Boni es mi amigo", ha querido quitar hierro a esta afirmación Pete Mickeal. El alero estadounidense, sin embargo, ha vuelto con las pilas más que cargadas: "Han sido casi 200 días parado. Aunque estoy cansado ahora, la sensación es magnífica".

Y es que Pete Mickeal, que se incorporó a la pretemporada azulgrana el lunes, ha arrancado fuerte. Pasando página a la temporada pasada, complicada por la artroscopia en la rodilla y el tromboembulisme pulmorar, el de Rock Island reconoce que todo esto le ha hecho "más fuerte".

El retorno lo hace sentir como "un niño". Pero la travesía del desierto ha sido dura. "Durante el verano mis entrenamientos han sido bestiales. He corrido mucho, en la playa. Sesiones de 45 minutos para ponerme a punto físicamente y también he trabajado las habilidades de baloncesto. Ha habido momentos en que he pensado volver a casa. Pero soy un ganador, un luchador ".

Melancolía por los que se han ido pero ilusión en el futuro

Los adioses de jugadores como Roger Grimau - "el capitán, siempre será azulgrana" - o el de Ricky - "¿qué puedo decir de él?!" - han sido significativos para Mickeal. "Los echaré de menos", afirma el 33 del Barça Regal. Pero las incorporaciones del animan: "Pienso que podemos tener un mejor equipo que el año pasado. Tenemos nuevas armas. Chuck Eidson es muy versátil. Xavi Rabaseda vuelve al equipo y nos aportará mucha energía. Necesitamos juventud porque en el equipo hay muchos jugadores que tenemos 30 años ".

Con la base de la temporada pasada - "para mí lo más importante son los hombres grandes como Fran Vázquez, Boniface Ndong y Kosta Perovic" - Pete Mickeal apuesta ciegamente por el proyecto azulgrana: "Cuando el Barça ficha a un jugador sabe lo que hace. El trabajo de Joan Creus y Xavi Pascual es muy grande ". Y es que no hay que desvelar ahora la debilidad que siente Mickeal por Pascual: "Estoy muy ligado a él".