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09.03.2007 16:31

La clasificación soñada

El Barça ya está en cuartos de final de la Euroliga. A dos jornadas para el final del Top 16, los de Ivanovic han logrado el pase gracias a la combinación de su convincente triunfo en Sopot y a la derrota del Efes ante el Panathinaikos.

Cuando el pasado 5 de febrero se conocieron los rivales del Winterthur FC Barcelona en el Top 16, pocos pensaban que, con Panathinaikos, Efes y Prokom, la clasificación del equipo de Dusko Ivanovic sería sencilla. Con cuatro jornadas disputadas de la segunda fase de la competición, los azulgranas, con el atractivo y efectivo baloncesto que les llevó a proclamarse campeones de la Copa del Rey en Málaga, han sumado tres triunfos y sólo una derrota en la pista del todopoderoso Panathinaikos de Zelko Obradovic. Ahora, pese a que el Barça ya tiene la clasificación de forma matemática para los cuartos, lo más importante es ganar los dos partidos que le faltan –Efes y Panathinaikos-, para tratar de ser primero y tener ventaja de campo en el play-off.

Camino de la perfección

El actual Barça dista mucho del que comenzó la temporada. Aquél era un equipo en formación, con las cuatro caras nuevas de Roko Leni Ukic, Mario Kasun, Fran Vázquez y Jaka Lakovic. Aquel conjunto mostraba un juego irregular que le supuso tener que escuchar más de una crítica por parte del público y de los medios de comunicación. Con toda esta presión, la tarea de Dusko Ivanovic, nunca discutida desde la secretaría técnica, ha acabado dando sus frutos.

El técnico montenegrino ha sabido encontrar el equilibrio perfecto en un equipo hecho para ganar, pero que como todos necesitaba de un tiempo de adaptación. Ivanovic está buscando el camino de la perfección que, según él, llegará en el momento en que “seamos capaces de jugar mal y ganar”. Otro dato interesante: En la ACB, el Barça es el mejor equipo de la segunda vuelta, mientras que en la máxima competición continental, en el último partido jugado por los azulgranas en Sopot ante el Prokom, el Winterthur FC Barcelona volvió a demostrar, pese a un momento delicado en el tercer cuarto, un gran juego de equipo con un potente balance entre el juego exterior y el interior, sin duda una de las principales claves de la notable mejora de este equipo.

La Copa, punto de inflexión

Juan Carlos Navarro era quién daba la cara en los primeros partidos de la temporada. De hecho, el escolta de Sant Feliu acabó la primera fase de la Euroliga siendo el mejor anotador de la competición con 18 puntos de media. La Copa del Rey de Málaga, sin embargo, fue un punto de inflexión. El equipo, pese a caer derrotado en Canarias en la última derrota ACB, estaba en línea ascendente y prueba de eso fue el título conseguido en la ciudad andaluza.

Las piezas del engranaje de Ivanovic comenzaban a funcionar con un Lakovic muy inspirado, que siempre ha tenido la presión de un Ukic que ha ido a más, con un Jordi Trias excepcional desde el su MVP en Málaga y con unos Basile y Marconato que pasan por su mejor momento desde que firmaron como jugadores azulgranas hace ahora una temporada y media. Mención aparte merece Fran Vázquez. El gallego vuelve a ser aquel jugador determinante y espectacular, capaz de taponar, de hacer mates y de anotar con un lanzamiento cada vez más perfeccionado desde los tres o cuatro metros.