Los nervios fueron los grandes protagonistas en un partido que era clave para consolidar la tercera posición y la plaza que da acceso a disputar la eliminatoria de ascenso a la máxima categoría del voleibol femenino. El CVB Barça se encuentra en estos momentos en la tercera plaza a falta de una jornada para acabar la fase regular. En la última jornada, contra el Viladecans, deberá confirmarla y también aprender de los errores cometidos ante el Sant Cugat para no sufrir tanto.

En las instalaciones del INEFC, las chicas de Jordi Català no empezaron nada bien. El entrenador del equipo asociado al FC Barcelona pidió el primer tiempo muerto con un 0-4. Afortunadamente las jugadoras supieron entender las indicaciones para enderezar el rumbo y poner la directa: 25-15.

Pero en el segundo set las cosas no fueron tan fáciles. El arranque tampoco fue bueno. Con un 6-12 Català intentó cortar la dinámica pero el marcador reflejó un 9-19 peligrosísimo. Entonces, cuando peor pintaba el partido, los azulgranas empezaron a trabajar bien. La entrada de Sandra Walsh al servicio, Mireia Carmona que alimentó de buenos balones a sus compañeras, y éstas no los desaprovecharon, además de ir levantando balones en defensa, trabajar el bloqueo y reducir los errores, todo ello recortó la diferencia hasta dejarla en 15-21, preocupante para el técnico del Sant Cugat. El set se empató a 23 y las vallesanas se adelantaron nuevamente (23-24). Pero un servicio estrellado en la red del Sant Cugat más una gran defensa de Laura Carmona y remate definitivo de María Segura hicieron sumar el 2-0 con un 26-24.

El tercer parcial comenzó como el primero: 0-4 y Jordi Català pidiendo tiempo muerto. Las azulgranas se centraron y las jugadores del Sant Cugat ahora no pudieron reaccionar. Punto final y victoria por la vía rápida, que no sencilla.